Mariano Acosta: “A nosotros nos apoyan todos los que no están prendidos en curros o en negocios turbios”

 El año pasado, el “Infantino” del beauty, visitó nuestro país y realizó un informe lapidario: lo calificó como “uno de los peores del mundo”. Para poder cambiar esta realidad y que Argentina recupere parte de la gloria perdida, eligió a un empresario con casi 40 años en el rubro de la moda y la belleza. ¿La idea final? Conseguir algo parecido a lo que sucede a nivel país: una transformación que termine con décadas de corrupción y desidia.

Encabeza la renovación. Referente de la industria de la belleza, con casi 40 años en el mercado, es cofundador de la cadena Paulino Acosta.

En el mes de mayo, para el mundo de la moda y de la belleza Argentina, sucedió un hecho sin precedentes: por primera vez en la historia Antonio Bilancio, presidente de la Confederación Mundial de la Coiffure (en el fútbol sería el Gianni Infantino de la FIFA); visitó nuestro país. En el marco del Congreso Sudamericano que reunió a representantes locales y de Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú; la máxima autoridad de la CMC World, aprovechó el viaje y realizó un relevamiento para ver en que estaban las asociaciones vinculadas con el mundo del beauty.

El primer lugar que visitó fue la Confederación de Arte y Técnica (CAT, nuestra AFA); y cuando salió, no podía creer lo que encontró. Fue recibido por su presidente, quien no dudó en mostrar la decadencia de los últimos años. Un ejemplo, que hasta suena chistoso: la última anotación que figuraba en el libro de actas era de…. ¡1977! Además, no contaba con designaciones actualizadas en INAES/IGJ, no había balances actualizados, un sin fin de irregularidades. Al principio, Bilancio pensó que se trataba de una broma criolla. Pero cuando se dio cuenta que la cosa iba en serio, que el lugar cuenta con 10 filiados y que ni siquiera tiene constancia de CUIT activa, decidió cortar por lo sano y proponer un cambio drástico y vertical.

Tocado por la varita. En el mes de mayo del año pasado, Antonio Bilancio, presidente de la Confederación Mundial de la Coiffure, lo nombró como presidente de la C.M.C. América. Junto a ellos, el vicepresidente mundial Rino Farano.

Nombró a Mariano Acosta como presidente de la C.M.C. América (siguiendo con las analogías futboleras, una especie de CONMEBOL); y le informó a la CAT que a partir de ahora, todas las filiales de Sudamérica debían “reportarse a la C.M.C”. El desastre que encontró en Argentina encendió todas las alarmas en el continente y decidió, según sus propias palabras, «ponerle fin a décadas de decadencia y corrupción».

¿Por qué Mariano Acosta fue el elegido? Pergaminos no le faltan. Cofundador de la cadena Paulino Acosta, en su recorrido como profesional desarrolló una experta mirada del mercado, y logró transformar a su negocio (que cuenta con más de 60 locales), en la mayor cadena de franquicias de Latinoamérica. Por su capacidad e innovación, formó parte de grandes empresas como: Label.mUnileverGodrej Group y Unibell. Actualmente es el CEO y Founder de Küsta Barber Truck, la primera barbería sobre ruedas del mundo. Lidera un equipo de más de 200 profesionales que brindan servicios de barbería y peluquería.

Alumno y maestro. Mariano y Roberto Vernucci se conocen desde hace más de 25 años, cuando Acosta le pidió que lo prepare para los Mundiales de Las Vegas y Milano en 2002.

Pero los cambios y las grandes transformaciones, nunca son sencillas. Además del CAT, la otra institución que no cumple ninguna función útil y se queda con parte de la plata de trabajadores y empresarios, es FeNTPEA, el sindicato que reúne a los trabajadores de peluquería, estética y afines. Conducido por María Angélica Aranda, cuenta con una de las peores obras sociales del país, en su página www.fentpea.org.ar (entre otras cosas), no ofrece convenio alguno para vacacionar, y el último curso gratuito que brindaron para capacitar a sus afiliados… ¡tiene más de veinte años“Cuando contás estas cosas, creen que estás haciendo un chiste. Pero cuando te das cuenta que es verdad, te dan ganas de ponerte a llorar”, confiesa Mariano Acosta, en su primera entrevista a fondo como presidente de la C.M.C. América.

-En 2024, el uno del mundo del tema belleza visitó Argentina por primera vez. ¿Qué le dijo?

-Se quería morir… Estaba acompañado por Rino Farano, presidente de CAT Brasil y vicepresidente mundial, con quien nos conocemos hace años porque compartimos varios mundiales juntos, y tenemos una hermosa amistad. Y cuando decidieron venir a la Argentina, me sentí orgulloso. Después claro, me dio mucha vergüenza…

-¿Qué fue lo que más lo sorprendió?

-Todo. Para que tengas idea, la CAT es una institución que tiene cede en varios países del mundo. Y en todos, cuentan con un prestigio intachable. Acá tiene menos afiliados que un club de barrio y si te queres anotar, no te pueden hacer una factura porque el CUIT no está activo… ¡hasta adeudan la cuota anual de afiliación a la CMC Mundial! Lo increíble es que ellos son una de las asociaciones que firman las Paritarias del Convenio Colectivo de Trabajo.

-No representan a nadie pero tienen decisión sobre los sueldos de miles de trabajadores. ¿Es así?

-Tal cual lo estás diciendo. Los tipos tienen 10 afiliados, huelen a naftalina, pero tienen poder de decidir cuánta plata gana un peluquero, un barbero, una colorista, una manicura, una maquilladora, o una lashista. En total son 4 o 5 las asociaciones que firman, pero en realidad funcionan como una escribanía: cada seis meses ponen el sello y el gancho, y se llevan un paquete de guita del sindicato.

-¿Se reunió con el presidente de CAT Argentina para intentar cambiar algo?

-Sí, lo fui a ver con varias personas. Como diría Carlos Bilardo“siempre hay que tener dos testigos en las reuniones” (risas). Nos acercamos junto a un grupo de 4 personas y para arrancar, le presentamos una propuesta de trabajo con 10 puntos.

-¿Qué pasó?

-No nos dio pelota. Nos recibió, nos escuchó, pero nos dijo que le interesaba poco lo que pudiera decir la Confederación Mundial porque ellos viven en Europa. Ahí entendí porque la institución está viciada de irregularidades…

-¿Qué hizo?

Lo llamé a Roberto Vernucci y le ofrecí la vicepresidencia de la C.M.C. América. Si quiero cambiar esta historia, tengo que armar un gran equipo, con gente talentosa y de confianza.

En buenas manos. Luego de ser ungido como Presidente, llamó a Vernucci y le ofreció la vicepresidencia: “Si Roberto no es el mejor peluquero de América, anda cerca”, asegura Mariano.

¿Por qué eligió a Roberto Vernucci como su vicepresidente?

-Por varios motivos. El primero, el más importante de todos, es un hombre honesto, sin manchas. Después, si no es el mejor peluquero de América, anda cerca. Tiene 40 años con la moda, fue el estilista de decenas de famosos, y este año, el 20 de enero, cumple 17 años ininterrumpidos con sus desfiles en Carlos Paz.

-Un referente en el rubro…

-Exacto, eso es lo que Roberto es para mí. Después de sus participaciones en los Mundiales de Washington 96´, Korea 98´, y Berlín 2000; se retiró siendo el diez del mundo. Ahí le propuse que sea mi entrenador. Y juntos, fuimos parte de aquella selección que compitió en Las Vegas y en Milano 2002, y que consiguió el séptimo puesto, uno de los mejores de la historia de un equipo argentino.

-¿Por qué nunca más se consiguieron esos resultados?

-Por todo esto que venimos hablando. Si viene el Presidente de la Confederación Mundial y se agarra la cabeza, quiere decir algo. Existen 4 o 5 asociaciones que son las que firman las paritarias, pero que no dan un curso de capacitación en todo el año… Hace unos meses puse un aviso pidiendo profesionales para una de mis barberías y el 80 por ciento de las personas que vinieron se habían recibido haciendo un curso de tres meses por YouTube, y no tenían ningún diploma.

-¿Cómo se cambia esto?

-Hay que refundar todo. Sentarse en serio con las asociaciones, los profesionales, y hasta te diría con los consumidores para poder tomar consciencia y visibilizar esta realidad. En síntesis: ponerse a laburar. Pero tenemos que estar todos juntos: los dueños de los negocios, los empleados, los proveedores de insumos, y también el estado. Vamos a revolucionar el mundo de la belleza y necesitamos hasta la ayuda de Javier Milei.

-¿Por qué Milei o el Estado, que tienen que ver?

-En un país que lleva años de recesión -y de todo lo que te conté-, esta industria creció más del 20 por ciento. ¿Te imaginás lo que podríamos lograr si hubiéramos hecho las cosas bien? Eso se traslada a más negocios que abren sus puertas, nuevos empleados, reactivación de la industria: ¿cómo no le va a interesar al Estado qué esto funcione bien? Después, esta transformación requiere de un espacio político que nos permita desde el principio de la libertad, abordar una problemática compleja sin miramientos, sin coimas, sin arreglos.

-¿Qué se podría mejorar?

-Para empezar, el Convenio Colectivo de trabajo que quedó tan obsoleto que hoy nadie lo cumple. Si querés, podes abrirte una peluquería o una barbería y nadie te exige un título. Por ahí sos autodidacta y bienvenido, podes ser el mejor peluquero del país, la mejor manicura, esteticista, o profesional del mundo de beauty. Ahora: ¿quién protege a los dueños o a los clientes si esa persona se equivoca, si un producto está mal, si se genera un problema grave? Hoy, nadie. Y esto es un riesgo, para todos.

-¿Dónde están nucleados los dueños de los salones o de las cadenas?

-Nos representa la Federación Argentina de Peinadores y Afines (FAPYA). También estuve reunido con su Presiente. Acá te doy otro ejemplo de cómo todo funciona mal. El tipo tiene entre 800 y 900 mil afiliados pero no le dan acceso al padrón. Él es uno de los que decidió no firmar las paritarias hasta que no tengamos resoluciones serias.

Con los tapones de punta. “A nosotros nos apoyan todos los que no están prendidos en curros o en negocios turbios. En nuestro rubro, la mayoría pide a gritos un cambio urgente”

-¿Con FeNTPEA, el sindicato que reúne a los trabajadores de peluquería, la cosa es bastante parecida al resto de las asociaciones?

-Igual, no existe, es una vergüenza como manejan todo. Entrá a su página de Internet y te vas a dar cuenta: no hay nada que le pueda interesar al afiliado. ¡Y tienen una obra social que es de cuarta! Hace unos años una empleada se enfermó y se tenía que operar. Hizo todos los trámites y no le cubrían nada. Si fuera por ellos, se hubiera muerto…

-Dentro del mundo de los estilistas y de la belleza: ¿tienen apoyo?

-Sí, nos apoyan todos los que no están prendidos en curros o en negocios turbios. En nuestro rubro, la mayoría pide a gritos un cambio urgente. Hace unas semanas me vino a ver Norma Cavallini quien representa a una asociación civil que nuclea a manicuras, técnicas de uñas y estética. Una mujer muy talentosa que voy a sumar a mi equipo.

-Para terminar: ¿qué lleva a un empresario como usted a calzarse la pilcha de Superhéroe y salir a dar batalla?

-Primero, no me creo ningún Superhéroe, eso déjalo para Marvel o DC. Mi compromiso por este rubro es por tres cosas: vergüenza, indignación, y compromiso.

-¿Por qué esas palabras?

-Vergüenza, porque me duele que venga el Presidente de la Confederación Mundial y nos diga lo que todos sabemos: que nuestra CAT, nuestra AFA, es una de las peores del mundo.

-¿Qué lo indigna?

-Lo que le pasó a mi empleada, de no haber sido por todos los que la queremos y pudimos juntar los veinte mil dólares que necesitaba para su operación, se hubiese muerto. Ahí, la pregunta que me hago es: ¿cuántas mujeres y hombres no llegan a juntar el dinero para operarse?

-¿Con quién es su compromiso?

-Con todos los que tengan ganas de formar parte de esta familia. Yo soy un empresario que por suerte me fue muy bien y estoy hecho. En agradecimiento a todo lo que me dio el mundo de la moda y la belleza, quiero aportar mi granito de arena. Si los argentinos nos unimos y nos comprometemos, podemos volver a ser los mejores del mundo.


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