Las estancias aportan comodidad, recreo y descanso
El predominio de las zonas planas, la abundancia de corrientes de agua superficiales, extensos humedales, las serranías de moderada elevación y la extensión de los espacios naturales conforman la característica del territorio nacional e instalan la posibilidad de desarrollar recursos económicos ponderables como la ganadería, la agricultura, la forestería y en combinación con ellas el turismo rural.
Muchos establecimientos ganaderos han decidido abrir sus estancias a los turistas y han adecuado sus bases para dar confort y recreación a los visitantes. Habitaciones confortables, gastronomía típica, paseos a caballo o en móviles tirados a sangre, observación de faenas campestres, pesca y aventura forman parte de la abundante oferta de turismo rural a disposición de clientes nacionales o extranjeros.
Algunas de las opciones para el turista son: La Quinta, en la jurisdicción de Piribebuy; Los Manantiales en el distrito de Caacupe; en el distrito de Caaguazú se encuentra la Estancia La Golondrina, y en la ciudad de Coronel Oviedo la Estancia Don Emilio. Ya en los campos de Caazapá se llega a otra estancia que lleva el sugestivo nombre de Loma Linda.
A unos 20 kilómetros de Asunción se encuentra la granja Oñondivemi y en Caapucú, espera al visitante la Estancia Santa Clara.
En territorio misionero, se encuentra la Estancia Tacuaty en la ciudad de Santiago y San Francisco en la ciudad de San Miguel. Los festivales tradicionales como el de Doma y Folklore que se realiza en la Estancia Tacuaty o la Fiesta de la Tradición Misionera en la ciudad de Santiago acaparan la preferencia de visitantes cada año.
En el norte del país también existen lugares preciosos para el turismo rural. San Pedro, Concepción y Amambay tienen sobrados recursos para recibir visitantes.
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