La Secretaría de Energía de la Nación anunció este jueves la primera actualización del año en el precio del biodiésel, un componente clave para la mezcla obligatoria con el gasoil en Argentina. A través de la Resolución 2/2025, publicada en el Boletín Oficial, se estableció un nuevo precio mínimo de adquisición que podría trasladarse directamente al costo final del gasoil en surtidores.
Con esta medida, el valor del biodiésel para enero quedó fijado en $1.085.887 por tonelada, aplicable hasta que se publique una nueva actualización. Este ajuste refleja una estrategia del gobierno para equilibrar los costos de producción con el impacto en los precios del combustible fósil.
Claves de la resolución
La normativa establece que las operaciones de compra del biodiésel deberán ser abonadas en un plazo máximo de siete días corridos a partir de la fecha de facturación. Asimismo, se aclara que este precio representa el valor mínimo obligatorio para las transacciones en el mercado interno, garantizando un piso regulado que busca prevenir distorsiones en la comercialización.
En los fundamentos de la resolución, la Secretaría subrayó que los ajustes en los valores del biodiésel son necesarios para mitigar desfasajes entre los costos reales de producción y los precios de venta. Además, destacó que estas decisiones tienen como objetivo evitar distorsiones en el mercado de combustibles fósiles, especialmente en un contexto económico sensible.
¿Qué ocurre con el bioetanol?
Mientras el biodiésel ya cuenta con un nuevo precio, los valores del bioetanol, utilizado para la mezcla con nafta, aún no han sido actualizados para este año. Por ahora, se mantienen vigentes los precios de diciembre de 2024, cuando el bioetanol a base de caña de azúcar fue fijado en $703,804 por litro y el elaborado a base de maíz en $645,061 por litro.
Impacto en el surtidor
El aumento del precio del biodiésel genera preocupación por su posible traslado al precio del gasoil, un insumo esencial para el transporte de mercancías y la actividad agropecuaria. Dado que los biocombustibles representan un componente significativo en la estructura de costos de los combustibles fósiles, es probable que en el corto plazo los consumidores enfrenten un nuevo incremento en los surtidores.
Este ajuste se suma a las tensiones inflacionarias que afectan a la economía nacional, por lo que será clave observar cómo impacta esta medida en la cadena de distribución y en los precios finales al público.
Contexto y proyecciones
La política de biocombustibles sigue siendo un eje central en el esquema energético de Argentina, tanto por su aporte al desarrollo sostenible como por su relevancia en la economía productiva. Sin embargo, los aumentos en estos insumos suelen generar efectos secundarios en el bolsillo de los consumidores y en la competitividad de diversas industrias.
En este escenario, los próximos meses podrían ser determinantes para evaluar si estas actualizaciones logran su objetivo de equilibrar costos y precios sin generar mayores tensiones en el mercado de combustibles.